Aprovecho mi primera aparición en este blog para hablaros de un libro, de un buen libro: El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.
La primera vez que oí hablar de él fue al leer el artículo dedicado al asesinato de John Lennon que apareció en la revista Rolling Stone. Al parecer el asesino lo había estado leyendo antes de matar al artista y la edición que poseía estaba llena de crípticas anotaciones al margen y entre las líneas. Ya eso bastó para despertar mi curiosidad. Luego un amigo lo compró y leyó y me dijo que no merecía la pena leerlo, que el final me decepcionaría. Eso aumentó más mis ganas de leerlo, ya que no somos de gustos demasiado parecidos (literariamente) y supuse que me encantaría. No me equivoqué.
El libro dura tres días. Un adolescente, Holden Caulfield, es expulsado el viernes de un internado la mar de pijo y tiene que esforzarse por vivir al margen de sus padres hasta el miércoles, que es cuando se supone que debe llegar a casa. Durante todo este tiempo nos va narrando todo lo que le pasa, lo que piensa, sus proyectos... Se hace muy ameno y es fácil y rápido de leer (tan sólo tardé un día en acabarlo). Además está tan bien escrito que no cuesta nada meterse en la historia. Con deciros que estaba en el parque Genovés leyendo un fragmento que transcurre a medianoche, levanté la vista y me sorprendió que fuera de día...
Durante todo el libro Holden cuenta su vida, no sólo lo que le pasa en esos momentos, sino que rememora a su hermano muerto, chicas con que ha salido, momentos en otros internados, etc. Suele hablar acerca de lo que odia (que es casi todo) y lo que le gusta. Pero en realidad odia lo que es, sólo que no se da cuenta. Continuamente critica la inmadurez, la falsedad y el elitismo de los que lo rodean. Pero cuando él habla con otras personas demuestra su propia inmadurez y miente como un cosaco. Sin embargo, sí se libra de ser un esnob, y se apiada hasta de aquellos que lo tratan mal, convirtiendo la novela en una crítica al elitismo. Por eso si os consideráis mejores que nadie y despreciáis a todo ser “inferior” a vosotros no os conviene leerlo.
La primera vez que oí hablar de él fue al leer el artículo dedicado al asesinato de John Lennon que apareció en la revista Rolling Stone. Al parecer el asesino lo había estado leyendo antes de matar al artista y la edición que poseía estaba llena de crípticas anotaciones al margen y entre las líneas. Ya eso bastó para despertar mi curiosidad. Luego un amigo lo compró y leyó y me dijo que no merecía la pena leerlo, que el final me decepcionaría. Eso aumentó más mis ganas de leerlo, ya que no somos de gustos demasiado parecidos (literariamente) y supuse que me encantaría. No me equivoqué.
El libro dura tres días. Un adolescente, Holden Caulfield, es expulsado el viernes de un internado la mar de pijo y tiene que esforzarse por vivir al margen de sus padres hasta el miércoles, que es cuando se supone que debe llegar a casa. Durante todo este tiempo nos va narrando todo lo que le pasa, lo que piensa, sus proyectos... Se hace muy ameno y es fácil y rápido de leer (tan sólo tardé un día en acabarlo). Además está tan bien escrito que no cuesta nada meterse en la historia. Con deciros que estaba en el parque Genovés leyendo un fragmento que transcurre a medianoche, levanté la vista y me sorprendió que fuera de día...
Durante todo el libro Holden cuenta su vida, no sólo lo que le pasa en esos momentos, sino que rememora a su hermano muerto, chicas con que ha salido, momentos en otros internados, etc. Suele hablar acerca de lo que odia (que es casi todo) y lo que le gusta. Pero en realidad odia lo que es, sólo que no se da cuenta. Continuamente critica la inmadurez, la falsedad y el elitismo de los que lo rodean. Pero cuando él habla con otras personas demuestra su propia inmadurez y miente como un cosaco. Sin embargo, sí se libra de ser un esnob, y se apiada hasta de aquellos que lo tratan mal, convirtiendo la novela en una crítica al elitismo. Por eso si os consideráis mejores que nadie y despreciáis a todo ser “inferior” a vosotros no os conviene leerlo.
Para terminar, decir que sí que es verdad que no pasa nada auténticamente relevante, que no trata temas trascendentales y que el final parece estar hecho a mala idea. Sin embargo, todo esto se compensa al cambiar tanto la actitud del personaje, usar el autor un lenguaje tan coloquial y ser una perfecta caricatura del adolescente que se acerca a ser un hombre.
Gracias por “escuchar”.
S.R.
PD: ¡LEEROS EL LIBRO YA!
Gracias por “escuchar”.
S.R.
PD: ¡LEEROS EL LIBRO YA!